Conoce cuáles son los alimentos prohibidos en la lactancia
La lactancia es una etapa muy bonita en la vida de una mujer, pero que suele estar acompañada de ciertas dudas. Se trata de un periodo cargado de cambios, no sólo a nivel corporal, si no, de estilos de vida e incluso de alimentación, en muchos casos. Si has sido madre lactante o lo estás siendo sabrás de lo que estamos hablando… En este artículo te responderemos acerca de cuáles son los alimentos prohibidos en la lactancia.
La alimentación es uno de los aspectos que más suele ocupar los pensamientos de las mujeres cuando están amamantando a sus hijos. Qué comer y qué no comer durante la lactancia llega a convertirse en una cuestión un tanto recurrente a la hora de decidir el menú durante esta etapa, debido a la preocupación de las madres por garantizar el bienestar y la buena salud de sus hijos.
Si estás atravesando esta etapa y tienes dudas sobre qué comer durante la lactancia materna, tienes que leer este artículo.
Qué comer durante la lactancia materna
En principio, durante la lactancia existen ciertos alimentos no recomendables. Es por eso mismo, que algunas madres pueden notar que ciertos alimentos pueden causar molestias o reacciones en su bebé a través de la leche materna. Cada bebé es único y puede reaccionar de manera diferente a diferentes alimentos.

A continuación, te mostramos los 10 alimentos prohibidos en la lactancia, que algunas madres optan por rehuir durante la lactancia debido a posibles efectos en sus bebés. Sin embargo, recuerda que es importante consultar a un profesional de la salud antes de hacer cambios drásticos en tu dieta durante la lactancia.
- Café: El consumo excesivo de cafeína durante la lactancia puede causar irritabilidad y dificultad para dormir en los bebés.
- Alcohol: El alcohol puede pasar a través de la leche materna y afectar el desarrollo y el sueño del bebé. Es recomendable evitar el consumo de alcohol durante la lactancia o limitarlo en grandes cantidades.
- Pescado con alto contenido de mercurio: Algunos peces grandes como el tiburón, el pez espada y el atún rojo pueden contener niveles altos de mercurio, lo cual puede ser perjudicial para el desarrollo del sistema nervioso del bebé. Se recomienda elegir pescados de agua fría y baja en mercurio, como el salmón y las sardinas.
- Alérgenos comunes: Si existe una historia familiar de alergias, algunos médicos pueden sugerir evitar alimentos comunes que suelen causar alergias, como los cacahuetes, los huevos, la leche de vaca, los mariscos y el trigo.
- Picantes y condimentos fuertes: Algunos bebés pueden experimentar malestar gastrointestinal si la madre consume alimentos muy picantes o condimentados.
- Alimentos gaseosos: Algunos alimentos que pueden causar gases o cólicos en los bebés incluyen las legumbres (frijoles, lentejas, garbanzos), el brócoli, la coliflor y las bebidas gaseosas.

- Alimentos que producen alergias en la madre: Si la madre es alérgica a ciertos alimentos, puede ser prudente evitarlos durante la lactancia, ya que pueden desencadenar reacciones alérgicas en el bebé a través de la leche materna.
- Alimentos con cafeína: Además del café, también se encuentra presente en el té, el chocolate y algunas bebidas energéticas. El consumo excesivo de estos alimentos puede afectar el sueño y la irritabilidad del bebé.
- Cítricos: Algunos bebés pueden ser sensibles a los cítricos, como naranjas, limones o pomelos, y experimentar erupciones cutáneas o malestar estomacal.
- Especias fuertes: Algunas especias fuertes como el curry, el chile en polvo o el pimentón pueden alterar el sabor de la leche materna y provocar rechazo en el bebé.
¿Se puede comer embutido en la lactancia?
Al contrario de lo que aconsejan durante el embarazo, no comer embutidos y jamón, durante la lactancia materna se puede comer embutido sin problema. No obstante, es importante tener en cuenta algunos factores:
- Seguridad alimentaria: Asegúrate de que los embutidos que comes durante la lactancia estén correctamente almacenados, refrigerados y sean seguros para consumir. Los embutidos mal almacenados o en mal estado pueden contener bacterias dañinas, como la listeria, que podrían transmitirse al bebé a través de la leche materna. Es importante asegurarse de que los embutidos estén frescos y que hayan sido almacenados adecuadamente.
- Sal y sodio: Muchos embutidos contienen altos niveles de sal y sodio. El consumo excesivo de sal puede afectar la hidratación y la salud en general. Además, un exceso de sodio en la leche materna podría ser perjudicial para el desarrollo renal del bebé. Si decides consumir embutidos, procura elegir opciones con bajo contenido de sodio y limitar su consumo.
- Alergias: Algunos embutidos pueden contener ingredientes que podrían desencadenar alergias en el bebé. Si tienes antecedentes familiares de alergias alimentarias, es posible que desees evitar los embutidos que contienen alérgenos comunes, como la leche, los cacahuetes o los mariscos.

- Digestión del bebé: Algunos bebés pueden tener dificultades para digerir ciertos alimentos, incluidos los embutidos. Si notas que tu bebé experimenta malestar gastrointestinal, gases o cólicos después de que consumas embutidos, puede ser prudente evitarlos temporalmente y observar si mejora la condición del bebé.
A pesar de todo esto, es importante tener en cuenta que cada bebé es diferente y puede reaccionar de manera distinta a los alimentos. Siempre es recomendable prestar atención a las reacciones del bebé y, si tienes alguna preocupación o duda, consulta a un médico o a un especialista en lactancia para obtener recomendaciones personalizadas basadas en tu situación específica.
¿Qué alimentos puedo comer para aumentar la producción de leche materna?
De la misma forma, existen muchos alimentos que son beneficiosos para aumentar la producción de leche materna, y aunque no existe una fórmula mágica, estos alimentos pueden ser útiles para algunas madres.
- Avena: La avena es conocida por ser un alimento que favorece la producción de leche. Puedes consumirla en forma de avena en hojuelas, harina de avena o añadirla a batidos y horneados.
- Semillas de fenogreco: Estas semillas contienen fitoestrógenos que pueden estimular la producción de leche. Puedes consumirlas en forma de té, cápsulas o añadirlas a tus comidas.
- Semillas de chía y lino: Estas semillas son ricas en ácidos grasos omega-3, fibra y proteínas. Puedes agregarlas a batidos, yogur, cereales o utilizarlas como aderezo en ensaladas.

- Cerveza sin alcohol: Algunas madres encuentran que consumir una cerveza sin alcohol puede aumentar temporalmente su producción de leche. Sin embargo, es importante consumirla con moderación y tener en cuenta que el alcohol puede pasar a través de la leche materna.
- Vegetales verdes de hoja: Las verduras de hoja verde, como las espinacas y el kale, son ricas en nutrientes y hierro, que son importantes para la producción de leche materna.
- Zanahorias: Las zanahorias son una fuente de betacaroteno, que se convierte en vitamina A en el cuerpo. Esta vitamina puede ayudar a mantener la producción de leche materna.
- Frutas y verduras en general: Consumir una variedad de frutas y verduras frescas puede proporcionar nutrientes esenciales y mantener una dieta equilibrada.
- Proteínas magras: Las proteínas son fundamentales para la producción de leche materna. Puedes incluir carnes magras, pollo, pescado, huevos, legumbres y productos lácteos en tu dieta para asegurarte de obtener suficiente proteína.
- Agua: Mantenerse hidratada es crucial para la producción de leche. Asegúrate de beber suficiente agua durante el día.
Con todo, es importante tener en cuenta que la producción de leche materna está influenciada por múltiples factores, como la frecuencia de las tomas, el vínculo madre-bebé y el descanso adecuado. Si tienes preocupaciones sobre tu producción de leche, es recomendable consultar a un médico o a un especialista en lactancia para recibir asesoramiento personalizado.
Mariscos prohibidos en la lactancia
Seguro que más de una vez te has hecho la pregunta: ¿Qué alimentos puedo comer si estoy lactando? Pues bien, en la etapa de lactancia, es importante que las madres se cuiden y eviten consumir ciertos alimentos que puedan afectar la salud del bebé. Los mariscos son uno de los grupos de alimentos que deben ser evitados durante este período debido a su potencial para causar reacciones alérgicas en el lactante.
Entre los mariscos prohibidos en la lactancia se encuentran los crustáceos, como los camarones, langostinos, cangrejos y langostas. Estos alimentos son conocidos por tener un alto contenido de proteínas y nutrientes, pero también pueden contener altas cantidades de mercurio y otros contaminantes que pueden ser perjudiciales para el bebé.
Además de los crustáceos, los moluscos también deben ser evitados durante la lactancia. Esto incluye alimentos como las ostras, almejas, mejillones y calamares. Estos mariscos también pueden contener altas cantidades de mercurio y otros contaminantes, lo que puede poner en riesgo la salud del lactante.
Es importante destacar que cada organismo es diferente y puede reaccionar de manera distinta ante los alimentos. Algunos bebés pueden ser más sensibles que otros, por lo que es recomendable consultar con un médico o especialista en nutrición antes de consumir mariscos u otros alimentos durante la lactancia.
En conclusión, los mariscos prohibidos en la lactancia son aquellos que contienen altas cantidades de mercurio y otros contaminantes, como los crustáceos y los moluscos. Es importante evitar su consumo durante este período para garantizar la salud y bienestar del bebé. Recuerda siempre consultar con un profesional de la salud antes de hacer cambios en tu dieta durante la lactancia.


